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Viajar con niños de forma más segura.

Debemos recordar la importancia de proteger a los pequeños en todos los desplazamientos, para ello os dejamos varios consejos.

– Llevar siempre al niño en su sistema de retención infantil, por corto que sea el trayecto. Y comprobar que su instalación es la correcta, siguiendo las instrucciones del fabricante.

– Antes de colocar al niño en el coche en días de calor, comprobar la temperatura interior del habitáculo y, en especial, la de la silla (plásticos, tejidos,…) para evitar quemaduras. Proteger el vehículo del sol y, antes de subir, abrir las ventanillas y poner el aire acondicionado para refrescar el habitáculo.

– Antes de hacer viajes largos, y sobre todo si el niño se marea, consultar con el pediatra para que aconseje cómo actuar.

– Preparar el viaje con juegos y poner la música preferida del niño, además de aprovechar las horas de menos calor del día.

– Nunca dejar objetos sueltos, equipaje o mascotas junto al pequeño. En caso de frenazo o impacto, pueden salir despedidas contra el niño y provocar lesiones.

– Instalar la silla siguiendo las instrucciones del manual de uso del fabricante y el etiquetado de las sillas, y verificar su anclaje. Para los más mayores es aconsejable no quitar el respaldo a la silla hasta los 1,35 metros, ya que proporciona protección frente a impactos laterales. Además, en el caso de que se duerman, facilitará una mejor colocación de la cabeza y el niño viajará más cómodo. Y para los pequeños, raunque la obligatoriedad de llevar al bebé en contra de la marcha es hasta los 9 Kilos (ó 15 meses si la silla es i-Size), es muy conveniente alargar esta posición tanto tiempo como sea posible. Esta posición favorecerá en gran medida la protección de su cuello, cabeza y espalda.

– En destino, no bajar la guardia. En verano, el mayor riesgo de accidente se produce en los desplazamientos cortos y por carreteras secundarias.

– Durante un gran desplazamiento, los niños sufren más que los adultos (la posición en la silla, el calor en los asientos traseros, la falta de costumbre,…) por lo que es conveniente parar cada 150 kilómetros, o cada hora y media aproximadamente, sacar al niño de su silla y mantenerlo bien hidratado.

– La seguridad del niño, y de todos los ocupantes, depende del conductor. Respetar las normas, conducir de forma tranquila y relajada, sin agresividad ni brusquedades, dejando un espacio de frenado, y ajustando la velocidad a las circunstancias del tráfico.

Felices Vacaciones a tod@s y os esperamos a la vuelta!!!

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